¿Queréis saber por qué me gusta tanto la fotografía de boda?, pues porque es donde encuentro infinidad de momentos para fotografiar: alegría, emociones, miradas, complicidades... ¡es constante! Es una fuente de inspiración, un reto muy grande y dónde más he aprendido. Os aseguro que poso todo mi esfuerzo y mi corazón en cada momento. Mi felicidad es completa al ver vuestras caras cuando os entrego las fotografías, por eso me encanta mi trabajo ;)
Es cierto que es una gran responsabilidad captar momentos irrepetibles puesto que las fotografías perduran para siempre y os harán emocionar cada vez que las veáis. Tenemos que tener en cuenta que también son un archivo familiar, un día donde se reúnen todas las personas que queréis..
Despertar a quien eres,
requiere dejar ir
a quien imaginas ser.